Estaba ansioso por viajar de nuevo al regresar de Cuba. Pasaron años y mi preconsciente, nado hacia Cádiz, España, donde por primera vez las olas de mediterráneo me llevaron hacia la costa de Marruecos.
Después de perder trabajos, relaciones, miedos, perder el tiempo, los días y noches; decidí ir a ese lugar donde mi mente, me llevaba a las noches de cigarros, cervezas y la línea divisoria del mar.
Anécdotas traducidas en blanco y negro que germinan en más de un pueblo. Imágenes descritas en cuerpos de mujeres completamente torneados por sensualidad. Sientes el mar y escuchas sus olas, ves lo gris de la historia, diferencias lo mojado de la arena y el piso y palpas el dolor de animales reprimidos. ¡Orgasmo visual sin duda alguna!
El arte fue una línea divisoria en la vida de Orlando. Le ayudó a darse cuenta de su destreza para formar ideas en piezas de arte. Así cogió sus ideas y desde entonces no las ha vuelta a soltar. Para él, no hay mejor manera de expresar lo que piensa sino en el arte. El vive con la filosofía de “menos es más”, así relata sus historias tan concisamente como puedan ser relatadas; mientras simultáneamente agarra a su audiencia por el cuello con la destreza de su trabajo.
Gracias por contribuir en este proyecto. También por ayudar a artistas independientes como yo que luchan todos los días a expresarse libremente sin comprometer nuestro trabajo.
